El otro día asistí a un evento en el que formamos dos equipos de cocina y teníamos que preparar un plato en 90 minutos con unos ingredientes que no conocíamos. En mi equipo estaba Sergio Fernandez, el archiconocido cocinero de la tele y Carlos Duran, el capitán.
Carlos Duran es el capitán de la selección española de cocina, ¡si! Hay una selección española de cocina. He conocido a muchos chefs en algunos eventos y por la manera de trabajar de él y el modo en que se manejaba en la cocina me transmitía que era uno de los mejores chefs de España y así lo he comprobado.
Una de mis pasiones es ir a comer a restaurantes de todo tipo, probar comida de otros países y nuevas tendencias culinarias, Carlos me comentó que tenía un restaurante propio que no conocía, Charlie Champagne, habiendo estado solo 1 hora y media con él sabía que era uno de los mejores chefs que he tenido delante de mis ojos y tenía que ir a su restaurante.
Me invitó a que fuera un día a su restaurante en plena Latina de Madrid, vivo al lado así me pareció una buena idea. Como algunos sabéis, no suelo hacer reseñas de restaurantes pero este gran sitio se lo merecía, al igual que su chef, que rebosaba simpatiza y amabilidad.
El restaurante se encuentra ubicado en la Calle Segovia 17, (Madrid) Tiene aparcacoches, algo que me pareció estupendo por la zona donde estamos, muy difícil de encontrar sitio. Primer punto a favor de Carlos.
La decoración es sublime, muy elegante pero sin perder la esencia de una «taberna», de ahí la denominación de Neotaberna. Un detalle muy curioso y chulo que vi fue que las lamparas eran palets pintados preciosos. 
Al llegar al restaurante nos recibió Carlos y nos puso una mesa genial pegada a la ventana, nos comento que nos iba a preparar un especial a nosotros dos para que probásemos los platos más imponentes de su carta (ahora vamos uno a uno). En su carta podemos encontrar desde tapas, raciones, primeros platos y unos espectaculares platos principales. La relación calidad-precio es espectacular. Además la decoración de los platos dejaba al comensal sin palabras, el hecho de ver a todas las mesas sacar el móvil y hacer fotos de todos los platos quiere decir que cuidan hasta el más mínimo detalla. Un 10 para las presentaciones.
El servicio también era muy profesional, camareros superpreparados que cuidaban hasta el más mínimo detalle.
Antes de ir plato por plato exponiéndoos los mejores manjares de este restaurante 5 estrellas tengo que deciros que si sois de Madrid tenéis que ir si o si a este sitio porque que te cocine el «Iker Casillas» de la selección española de cocina no tiene precio. Y para terminar dar las gracias por este pedazo de menú que nos ofreció Carlos Durán, un chef de estrella michelín en mi opinión, estoy seguro de que algún día lo conseguirá porque acaba de ganarse un nuevo fan en su restaurante.
Vayamos con los platos ….
Comenzamos la noche con un espectacular entrante de Pez mantequilla con una salsa de curry rojo, huevas de Tobiko (pez volador), piña y olivas negras. Este plato me encanto porque siempre había probado el pez mantequilla en sushi y nunca de este modo. El Chef había conseguido el punto exacto de picante con el curry rojo.
Continuamos la velada con un rico Tataki de atún rojo macerado en soja con ajoblanco de avellanas y polvo de oliva negra. Un plato de 10 ya que la combinación de avellanas y atún nos dejo sin palabras.
Este plato nos encantó, era una croqueta de queso de cabra, recubierta de pistachos con miel y crispis de mango. Lo de los crispis de mango me mató porque jugando con la comida deshidratada este hombre es un artista. Además el queso de cabra suele ser fuerte y en este caso el queso era muy suave, con lo que combinándolo con la miel era un bocado exquisito.
La decoración de este plato como veis… sin palabras. Era un ceviche en fondo marino de algas wakame con espuma de aguacate, falso coral de remolacha y patata. Espectacular la combinacion de sabores.
Este fue el plato que más me sorprendió. Trajeron una especie de cúpula llena de humo en la cual no veías absolutamente nada de lo que estaba en el plato. Levantaron la cúpula de cristal y aparecieron unos espectaculares huevos a la brasa sobre cremoso de patata, trompetas de la muerte, boletus y yuca, todo aromatizado con brasas de roble. Como veis hay en el plato unos trozos de carbón… no es carbón jeje es la yuca. Estaba tierna como nunca la había tomado y la imitación de una brasa me encantó.
Y aquí llego el postre de los campeones, un postre que tuvimos la oportunidad de probar ya que no estaba en carta y formará parte de la nueva carta que está preparando. Simplemente flipamos…. El postre en cuestión era cremoso de chocolate blanco, mango helado sobre violetas y crumble de oro. Como veis la cruble era exactamente igual que las pepitas de oro, la galleta que lo acompañaba espectacular.
Autor
Sergio Señor Galán
Desde hace 12 años intento compartir con todos vosotros mi pequeño granito de arena para que disfrutéis de la cocina en el medio de comunicación más grande de España, elmundo.es
Colaboraciones: sergio.senor.galan@gmail.com